Ampliar el inicio de la restricción horaria implicaría que gran parte de esa demanda de entretenimiento nocturno se localice en lugares controlados durante ese período y desincentivaría al “grupo fiestero” a participar en actividades clandestinas.
Es mejor que las personas que de por sí van a salir en la noche que lo hagan en lugares que cuenten con los controles suficientes para prevenir el contagio. Este sería un beneficio que se sumaría a los económicos y de creación de empleo derivados del inicio de la ampliación de la restricción horaria al comercio.
Jairo Mena, Asesor económico de la Cámara de Comercio de Costa Rica.
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