En las últimas semanas, se ha incrementado la discusión con respecto al tipo de cambio. Por un lado, hay sectores que abogan de manera insistente por una intervención directa del Banco Central de Costa Rica para devaluar el colón; mientras que, del otro lado de la moneda, distinguidos economistas y sectores defienden la actuación del Central y su política cambiaria; en esta última línea se encuentra la Cámara de Comercio de Costa Rica, la cual tengo el honor de presidir.

Sin el afán de entrar a discutir con los otros sectores productivos, me gustaría enfatizar en las repercusiones que tendría aumentar el tipo de cambio para el ciudadano que depende exclusivamente del ingreso mensual de su salario.  Devaluar el colón, significaría una transferencia neta de recursos de estas personas -mayoría de la población- a unos cuantos, que no han sabido aprovechar en el pasado oportunidades de oro para mejorar su competitividad. Los Certificados de Abonos Tributarios (CAT´s) y el régimen de tipo de cambio reptante (minidevaluaciones), son claros ejemplos de ello.

¿Pero cómo incide una devaluación del colón en los costarricenses?

1.       Incremento de precios. La gran mayoría de productos de consumo se importan. Al incrementarse el tipo de cambio, se necesitan más colones por dólar para pagar los bienes importados, encareciendo de forma automática el precio de los bienes transables. Además, producto del efecto traspaso o pass-through, la evidencia empírica ha demostrado que para el caso de Costa Rica, las variaciones en el tipo de cambio tienen efecto significativo en los bienes no transables en el corto plazo.

Estudios recientes del Banco Central demuestran cómo un cambio porcentual en la variación del tipo de cambio, genera un incremento de 0,22 puntos porcentuales (p.p) en los precios generales luego de 12 meses presentado el choque, y de 0,31 p.p transcurridos 24 meses.

Esto sin duda golpearía el bolsillo de los costarricenses, principalmente a aquellas familias de bajos recursos cuyo principal gasto es el de alimentos consumidos en el hogar, pues representa, según datos del INEC, el 38% del gasto total promedio.

2.       Alza en tasas de interés. Otro de los efectos que produce una devaluación del colón con respecto al dólar, es un alza en las tasas de interés. La economía de Costa Rica se ha dolarizado, al punto de que más del 50% del total de créditos bancarios son préstamos en dólares.

Subir el tipo de cambio, representaría una afectación directa a las finanzas de los costarricenses -cuya principal fuente de ingresos es en moneda nacional-  que se endeudan para poder tener su propia vivienda, su vehículo, sus electrodomésticos, entre otros.

Es por lo anterior, que una intervención del Banco Central para devaluar el colón, empeoraría las condiciones de todos los agentes en la economía, generando así menos consumo, más desempleo y pobreza, que deriva en menor crecimiento económico.

La Cámara de Comercio de Costa Rica, considera que la posición del Banco Central debe ser neutra, sin tendencias a favorecer ningún sector en específico, pues se ha demostrado que el crecimiento económico depende de consideraciones reales, sobre las cuales el Central influye de manera indirecta.

Yolanda Fernández Ochoa, Presidenta Cámara de Comercio de Costa Rica