Desde finales de los años ochenta, el sistema bancario nacional estableció un acuerdo ilegal para fijar las comisiones de intercambio y adquirencia. Este acuerdo, ha generado a lo largo de los años, altos costos de transacción a todo el sector comercial, afectando principalmente a los pequeños comercios.

Hoy en día estas comisiones nos convierten en uno de los países con el costo más elevado para el uso de datáfonos.

En momentos en que Costa Rica requiere de iniciativas para reactivar la economía, mejorar el empleo, facilitar la forma de hacer negocios y reducir los costos a las pequeñas y medianas empresas, resulta imperante establecer topes a las comisiones que hoy se cobran a los comercios por el uso de los datáfonos.

Alonso Elizondo Bolaños Director Ejecutivo de La Camara de Comercio de Costa Rica. Foto carlos León para la Camara.

“Como asociación que representa a todo el sector comercial el país, consideramos que las comisiones que deben pagarse por recibir pagos con tarjeta, son excesivamente altas, distorsionan los precios finales de los productos y servicios y deterioran la competitividad”, señaló Alonso Elizondo, Director Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Costa Rica.

Hoy en día el proyecto 21,177: Ley sobre comisiones máximas del sistema de tarjetas, está en la corriente legislativa y busca corregir esta práctica anticompetitiva, mediante el establecimiento, con criterios técnicos, de límites máximos que prevengan el abuso hasta hoy vigente.

“Para ello es necesario efectuar algunas modificaciones al texto actual y que efectivamente estas comisiones se ajusten a los parámetros internacionales. La Cámara considera este proyecto como la corrección de una práctica anticompetitiva y no como un proyecto de control de precios”, subrayó Elizondo

Actualmente el sector comercial percibe cierta debilidad en la redacción del texto de la Ley que pueden causar que las comisiones no bajen en la proporción requerida.

Comisiones en Costa Rica

En Costa Rica las comisiones de afiliación se encuentran, en su mayoría, superior al 4.5 %, mientras que a nivel internacional la comisión de afiliación se ubica a tasas mucho menores.

“Lo anterior, aunado a la proliferación de tarjetas de crédito y débito en nuestro país, así como el incremento en las transacciones con plástico, han generado una distorsión en la economía y en particular a los pequeños comercios, que deben pagar una cantidad importante de sus ingresos a los bancos”, señaló Elizondo.

Esto se traduce en mayores precios y afecta de igual forma a los consumidores, que deben pagar más por cada producto, por la existencia de esta práctica anticompetitiva.

Según estimaciones de la Cámara de Comercio, las ganancias anuales del sistema financiero por el cobro de estas comisiones, son de aproximadamente $225.000.000 (doscientos veinticinco millones de dólares).

“A todas luces, el acuerdo ilegal entre emisores, ha constituido una transferencia de riqueza de los comercios y los consumidores costarricenses hacia las entidades bancarias, en deterioro del bienestar del país”, subrayó Elizondo.