El nuevo texto sustitutivo para el proyecto de Ley 22.364 que reforma la Ley General de Aduanas, presentado el pasado 8 de junio por el Ministerio de Hacienda, aún no soluciona los problemas existentes a nivel aduanero e inclusive algunas de sus propuestas son opuestas a la facilitación de comercio.

La Cámara de Comercio de Costa Rica (CCCR), ha sido abanderada en la lucha contra el comercio ilícito y el contrabando y ha participado de manera activa en la discusión de este Proyecto de Ley, expresando su posición sobre esta iniciativa de forma directa a los representantes del Ministerio Hacienda y de la Dirección General de Aduanas.

Se ha sostenido que el nuevo texto sustitutivo contiene aportes de diferentes actores, incluyendo cámaras empresariales; lo que podría inducir a una conclusión errónea sobre un consenso generalizado sobre el mismo; sin embargo, NO es así. La Cámara de Comercio de Costa Rica recomienda que este expediente se trabaje mediante una reforma integral y completa, que sí contenga el parecer de todos los sectores.

“El Sistema Aduanero Nacional requiere una reforma integral que fomente y facilite la interacción comercial del país con el resto del mundo; pero el texto que se encuentra en la Asamblea Legislativa está muy lejos de ser esa solución”, señala Jairo Mena Arce, asesor económico de la Cámara de Comercio de Costa Rica.

Dentro de los temas contraproducentes que incluye el Proyecto de Ley se encuentran:

  1. Existen muchos vacíos legales que la Dirección General de Aduanas (DGA) complementaría con el reglamento, pero esto significaría incertidumbre jurídica.
  2.   Las disposiciones que contiene el proyecto para la lucha defraudación y el contrabando no son suficientes para contrarrestar dichas prácticas.
  3. La Autoridad Aduanera no debe tener autoridad para cerrar negocios. Esta es una potestad conjunta del Poder Judicial y del cuerpo policial. Abrir esta posibilidad acarrearía muchos de los problemas que se pretenden combatir con la nueva Ley.
  4. La posibilidad del pago diferido debe incluir al sector comercial, como lo remienda la OMA para promover la reactivación económica.

 Coincidimos en que es fundamental analizar la Ley General de Aduanas para adecuarla a la nuevas prácticas y actualizarla con las normas comunitarias y requerimientos del comercio internacional, para que el país pueda ajustarse a los estándares de las organizaciones internacionales, con el fin de facilitar el comercio, mejorar los controles y aumentar la recaudación; sin embargo, reiteramos en la necesidad de afinar el contenido de la ley para que se ajuste a las necesidades y procesos del sector productivo nacional.

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Ileana Esquivel Carmona

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